Pero en el supuesto de que alguien dijera con toda seriedad que los poetas mienten demasiado: tiene razón,-nosotros mentimos demasiado. Nosotros sabemos también demasiado poco y aprendemos mal. [...] Y como nosotros sabemos poco, nos gustan mucho los pobres de espíritu... F.Nietzsche. "Así habló Zaratustra".
miércoles, 30 de junio de 2010
¡ABRIGALOS!
Dios vele sus sueños
dulces ruiseñores de primavera,
el Sol de mañana los tibie
y les regale brillosas espuelas
que apuñalen a los que su amor
de abril corromper quisieran
y acribillen a mi corazón
que lento muere por esta pasión de histeria.
El alba rece por el resuello
de sus alientos tímidos, algo raros,
que los dos expiran cuando se están besando,
con esos labios embusteros
que no aman, no la aman, ellos solo buscan
fundir su soledad en agua,
pues ella vid de miel no posee.
¡Sé que busca mi boca!
El finge, él se miente
no deja atrás lo que ya fue.
La besa y la palpa,
le sonríe y rosa su mirada,
con saña juega a enamorarla,
ella cree que la ama
tal como la calma a la nostalgia.
Cierra sus ojos, acaricia su piel sesgada,
le bebe cada lágrima,
para fusionar el calvario
que a los tres nos achaca.
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