Palabras de humo,
estelas varadas,
un paso en el alba
y dos en la nada,
diez días he vivido
en desidia por tu alma;
entorpecido
suspiro que apolilla
mi calma.
Quimera de “amor”
es tu simple llegada,
efusión en hervor
de confusión, sospecha
en calaña, tiritera
de ansias, quietud
que se trava en mi voz,
en inmadurez reflejada.
Sé que es costumbre,
mis “palabras” no son,
ruego olvides lo que
digo, no me des la razón.
Te llamo: “Gran barullo”;
eres turbio en decisión
y si un día te descubro
pide que ya haya
olvidado tu piel, “amor”…
Pero en el supuesto de que alguien dijera con toda seriedad que los poetas mienten demasiado: tiene razón,-nosotros mentimos demasiado. Nosotros sabemos también demasiado poco y aprendemos mal. [...] Y como nosotros sabemos poco, nos gustan mucho los pobres de espíritu... F.Nietzsche. "Así habló Zaratustra".
sábado, 17 de marzo de 2012
viernes, 16 de marzo de 2012
Resucitan a mis versos
tus palabras,
juro, hoy no mueren,
se entretejen con la
luz de la alborada;
si de tu gusto fuese
sucumbir su voz
callada, mis versos
no serían sólo palabras
libres, sin habla,
que la remembranza
de tu oído no condenan,
ni tu viveza se ve escondida
en mi inconciencia,
más bien un recuerdo queda,
tu pensamiento
cristalino de verdad,
es nítido sonido de
fe con causa,
que atado a tu sueño acontece
con el deseo de tu mente
LIBRE,
que vive por tu
ser que es sensible
tus palabras,
juro, hoy no mueren,
se entretejen con la
luz de la alborada;
si de tu gusto fuese
sucumbir su voz
callada, mis versos
no serían sólo palabras
libres, sin habla,
que la remembranza
de tu oído no condenan,
ni tu viveza se ve escondida
en mi inconciencia,
más bien un recuerdo queda,
tu pensamiento
cristalino de verdad,
es nítido sonido de
fe con causa,
que atado a tu sueño acontece
con el deseo de tu mente
LIBRE,
que vive por tu
ser que es sensible
Suscribirse a:
Entradas (Atom)