Escribo, pero nunca dije que lo hiciera bien.

sábado, 2 de octubre de 2010

OCTUBRE

No sabía que las últimas lineas que había escrito eran para él, terminó ese último poema, lloró amargamente, decidió fumar un último cigarrillo, cerro los ojos, los exprimió en abundantes gotas de rocío salado, miro la cuerda floja en el techo, y el humo le raspo la garganta amenazante, su yugular parecía no ser tan frágil ya en este instante. El cuarto obscuro por las cortinas color verde botella hacían la atmósfera más sofocante, de por si, hacia calor, y temía no ser tan "VALIENTE" para realizar su hazaña, sentía que era mejor no respirar más la melancolía, de mañana se despertaba con ganas de correr y buscar al bastardo hijo de puta que la había convertido en basura desde hace meses, o tal vez, no fue él quien lo hizo, si no ella quien construyó ese maldito sufrimiento en el aire, en su carne y lo peor de todo, en EL CORAZÓN. Se arrinconó detrás de su cama, se tallo los ojos, en su semblante tristeza y mediocridad se encerraban. Después escribió en su la carta de largo viaje: "Por él, por mí... por todos". Se subió al banco, sudó frío y un divertido "troc" sonó en el aire...Buen viaje !

viernes, 1 de octubre de 2010

MALDITO EL DÍA

Truncado se iluminaba mi camino
sentía que la vida se disolvía sin sentido,
que cuanto yo amaba, se escapaba
y que en un vacío me ahogaba ensalzada.

Justo en el momento de mi muerte espiritual
viniste a mi sendero para mi sangre destilar,
tu presencia me cura el corazón
y tu calida voz me calma la visión.

Con la esperanza de tu imagen no desvanecer
empiezo a quererte una y otra vez,
deseo sentir cerca tu esplendor
y no sacar de mis ojos lo que a mi mente cautivo.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

CIRUELAS EN EL CIELO

A:___________________

Hoy el amanecer se tiñe
de rojo carmesí,
será porque te olvido,
será porque te amo así.

En el cielo una herida se desgarra
fluyendo entre las nubes
y destellos naranjas
iluminan mi cara,
juguetean entre mis cabellos,
te pintan un poco más bello.

El alba de sangre dulce
me sacude y también me hunde,
en un inminente suspiro
de rencor,
ese que tú y yo sembramos,
el cual no termina ni regándolo
con licor.

Sonríele una ves más
a mi dolor,
escapa si es que quieres
de esta estupida prisión,
enjuaga de mis ojos
el reflejo de tu ausencia
y todo aquel recuerdo
que de ti me desespera,
que me enferma y persevera,
que me mata y tu no llegas.