Escribo, pero nunca dije que lo hiciera bien.

sábado, 16 de enero de 2016

Cuando callo


Una voz apacible
revive a mis deseos cautivos,
delicada resbalada
por mi conducto auditivo,
llega como un son
de pasión ahogada en suspiros,
es resultado de la lucha
entre mi corazón y el sentido.

Caridad súplica
mi cuerpo enardecido,
la canícula permanece:
aún en diciembre no te olvido.

El invierno suspira,
lo mismo quema el sol
o el viento frío
y mis sábanas heladas
piden el calor dormido
de tu cuerpo...


y


el olvido.