Pero en el supuesto de que alguien dijera con toda seriedad que los poetas mienten demasiado: tiene razón,-nosotros mentimos demasiado. Nosotros sabemos también demasiado poco y aprendemos mal. [...] Y como nosotros sabemos poco, nos gustan mucho los pobres de espíritu... F.Nietzsche. "Así habló Zaratustra".
viernes, 11 de diciembre de 2015
¿Confusión?
Quiero querer
y quererte,
pero apenas te quiero
y no quiero,
porque duele querer
y así no puedo,
porque de ser "amor"
dolería lo justo,
para añorar querer
y quererte.
Enséñame a querer
y a quererte,
porque no consigo
ser amorosa
cuando dicen
que es pertinente,
porque cuando me quieres
no quiero,
y cuando te quiero
tú no quieres.
Ella
Lo peor que escribí hace meses.
Dolores crecientes
jadean en mi garganta
sofocan a mi aliento
y mi paz hacen brasas,
laceran a mi voz:
-cadencia de desesperanza-
que riñe un "amor" quebrado,
que aunque herido,
aún sobrevive
porque ella aún me ama.
Con el corazón dolido
la pienso en el alba
la beso,
la abrazo
y le susurro que de todas
ella es la más amada;
pero en mi nariz hace frío,
duele la sonrisa
y también la mirada,
Entonces,
acontece su voz
en el eco de mi silencio
y bendice mi mañana,
un suspiro atraganta toda palabra,
permanezco callada
la miro con ojos de esperanza
porque el "amor" no se escucha,
sólo se siente en la mirada.
Dolores crecientes
jadean en mi garganta
sofocan a mi aliento
y mi paz hacen brasas,
laceran a mi voz:
-cadencia de desesperanza-
que riñe un "amor" quebrado,
que aunque herido,
aún sobrevive
porque ella aún me ama.
Con el corazón dolido
la pienso en el alba
la beso,
la abrazo
y le susurro que de todas
ella es la más amada;
pero en mi nariz hace frío,
duele la sonrisa
y también la mirada,
Entonces,
acontece su voz
en el eco de mi silencio
y bendice mi mañana,
un suspiro atraganta toda palabra,
permanezco callada
la miro con ojos de esperanza
porque el "amor" no se escucha,
sólo se siente en la mirada.
Menguante melancolía
Mísera melancolía
la que a este "amor" enriquece:
Soledad soy cuando estoy contigo,
carencia de palabras
risa acalambrada,
me deduzco en:
pobreza de mirada.
Entonces,
tal como amanecer gris en marzo:
un despojo de dicha eres,
un maleficio que debilita
el alma (mi alma),
un trago de serpientes
que regurgitan su veneno
en mis entrañas,
una sincronía de "amor" y odio
que alimenta pero envenena,
un pasatiempo que arde
y que incinera a mi vida muerta.
- ¡Menguante melancolía!
Gritó mi corazón apresurado,
que en sístole quedó
cuando en mis pupilas tocaste
mi tristeza dormitando.
Casi quise quererte,
humedecer tus labios desiertos,
volcar tus ojos llanos,
quise enviciar a mi cuerpo
con tu piel lechosa,
extasiada gemir,
y de alcohol no poder beber
ni una gota.
- ¡Menguante melancolía!
Gritó mi corazón apresurado,
pero se cansó
de tu voz
de tu risa
de tu llanto,
quiso debilitar su latido
para no vivir mal amando.
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