Pero en el supuesto de que alguien dijera con toda seriedad que los poetas mienten demasiado: tiene razón,-nosotros mentimos demasiado. Nosotros sabemos también demasiado poco y aprendemos mal. [...] Y como nosotros sabemos poco, nos gustan mucho los pobres de espíritu... F.Nietzsche. "Así habló Zaratustra".
viernes, 11 de diciembre de 2015
Menguante melancolía
Mísera melancolía
la que a este "amor" enriquece:
Soledad soy cuando estoy contigo,
carencia de palabras
risa acalambrada,
me deduzco en:
pobreza de mirada.
Entonces,
tal como amanecer gris en marzo:
un despojo de dicha eres,
un maleficio que debilita
el alma (mi alma),
un trago de serpientes
que regurgitan su veneno
en mis entrañas,
una sincronía de "amor" y odio
que alimenta pero envenena,
un pasatiempo que arde
y que incinera a mi vida muerta.
- ¡Menguante melancolía!
Gritó mi corazón apresurado,
que en sístole quedó
cuando en mis pupilas tocaste
mi tristeza dormitando.
Casi quise quererte,
humedecer tus labios desiertos,
volcar tus ojos llanos,
quise enviciar a mi cuerpo
con tu piel lechosa,
extasiada gemir,
y de alcohol no poder beber
ni una gota.
- ¡Menguante melancolía!
Gritó mi corazón apresurado,
pero se cansó
de tu voz
de tu risa
de tu llanto,
quiso debilitar su latido
para no vivir mal amando.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por leerme!