Escribo, pero nunca dije que lo hiciera bien.

sábado, 17 de enero de 2015

Nada

El costo de tu sensualidad
es el hastío.

El es silencio mi antídoto
contra tu voz.

Y si mi vigilia se duplica,

sé:

Miré tus ojos.

La soledad encarna en mi alma,
es delicia selecta
por mis placeres
más profundos elegida.

El dolor incandescente
asecha con iluminar
a mi sosiego,
seduce con
entibiar a mi corazón
entumecido.


No me resisto.


Cada rayo irradia
tu recuerdo adolorido.


Y no te quiero,
porque no te quiero.


El costo de mi penumbra
es la paz... el silencio,
mi antídoto contra tu voz…

1 comentario:

Gracias por leerme!