Escribo, pero nunca dije que lo hiciera bien.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Llegas tarde



Hace una mañana tomaba café y sonreía, tuve la gracia de levantarme e imaginar que mi cobardía ya no hervía; y sí, tome la mejor sonrisa de mi baúl, calcine mi miedo, toda mi desdicha y use zapatos de fe con suma alegría. Mi cabello ice con mariposas, y lave mi cara con agua de olvido, de esa que sana y va sanando.

¡Tuve ganas de todo!, deshile los rayos de Sol con paciencia y conté granos de arena para que los segundos ya no fueran, para esperar la tarde, ayer, esa tarde, la tarde que serías tú, la bella ausencia. 

Salí de mi casa con frío, con ganas de encontrarte y volverte mío. Camine las calles con tristeza, por temor de no hallarte y volverme fiera. Porque te llamo AUSENCIA todo el tiempo, hombre, eres silencio, baraña de miedo, segundero de reloj que va muriendo.

Y llegue y no te veía, husmeaba entre la “gente” que alado de ti es una mentira, las ansias de mirarte en locura se convertían, toda yo, era un revuelo de pasión que se evaporaba, porque tú me haces trizas.


¡Pero cuando te hallé!, cuando por fin de hallé, ¡¡corrí entre el viento que espeso se volvía, corté la maleza que enfrente de mí se entretejía, volé, corrí, agoté toda picardía, huí, no quise encontrarte por miedo, por vil desidia!!. 

Y cuando te hallé, cuando por fin te hallé, escondí la risa, luego mi burda y estúpida sonrisa, cegué mis ojos a tu cuerpo, a tu piel vainilla y me vigile la respiración que por ti se disipaba en suspiros que calientes sofocaban la brisa. Tuve miedo, más que miedo… No sabía como controlar el frenesí que se fusionaba con “amor”
pasión
deseo
con dolor que enfría. 

Traspiraba rabia, maldecía mi cruel desdicha, por hallarte pronto y sólo apaciguar mis ganas con veneno de silencio, con mirada fría. 

Justo cuando huí, me creí en libertad, carente de vida y me pregunté: -¿Dónde esta toda mi maldad, mi elocuente risa?
Entonces tropecé, olvide donde estaba la salida, regresé y te encontré de frente en mi pronta huída, te miré y fingí no alegrarme, esa estrategia ya es muy mía… Sólo me acerque y…

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