Escribo, pero nunca dije que lo hiciera bien.

jueves, 16 de septiembre de 2010

200 años de MIRADAS CIEGAS.

Es la mañana del 16 de Septiembre, creo que lo primero que pude mirar a traves de mi ventana al despertar, fue la ciudad a lo lejos nublada por una capa de contaminación que ayer por la noche la mayoría de los mexicanos se dedico a crear...Yo AMO A MI PATRIA, y agradezco de corazón el acto heroico de los padres de nuestra independencia...Fuimos liberados del régimen español, pero NO de las manos sucias de nuestro gobierno. Los festejos del día de ayer no fueron más que un pretexto para embriagarse, para olvidar la realidad un instante, para hacernos de vista ciega ante todo lo que acontece ahora en nuestro país, problemas que no son de AYER, si no de toda la vida y que nadie a podido solucionar. Esta generación vivio el bicentenario...¿Qué más da?...No hay mucho que decir, más que basura en las calles, accidentados, borrachos y gente sin criterio, capaz de celebrar lo poco o nada de libertad que nos dejo Hidalgo y sus amigos de forma CORRECTA. Y se me ruboriza el rostro al escribir lo siguiente, y tal vez me avergüenzo un poco del pueblo al que tanto amo, pero tenemos que admitir, que aunque todos hicieron un brindis ayer por los heroes de nuestra patria, la mayoría de los MEXICANOS no sabemos que envuelve el festejo en el que participamos, nadie conoce la historia perfectamente, pocos saben de quienes fuimos liberados...da igual, a nadie le importa, como siempre preferimos la IGNORANCIA que el CONOCIMIENTO. [Y me incluyo]

martes, 14 de septiembre de 2010

TROZOS DE CERA

A: Las noches de Septiembre.

XXXVII

En esta vida
en un mismo amor
se puede redundar,
sin comprender
que el corazón
es un estupido falaz.

XXXIX

Un libro se viste son la
indumentaria de nuestras manos,
con la calidez de nuestra mirada
y con lo infinito de nuestra
imaginación.

XL

No me digas que no quiero
en tu regazo plantarme,
no me digas que te vas
y que con tu recuerdo tengo
que conformarme,
simplemente me da miedo
sentir tu fervor
y saber que no eres eterno,
así, como lo quiero yo.


XLIX

Vanidosa candidez,
ternura y caprichos,
tal vez son solo dichos
que esconden calidez.

L

[...]

LI

A madera porosa
hiede tu recuerdo
a tierra de rosa,
y a un poco de veneno.