Escribo, pero nunca dije que lo hiciera bien.

sábado, 11 de septiembre de 2010

BELLO TAN DESCARADO

A:_______________

¡Descarada tu belleza
cual orquídea caprichosa!

Insolente tu mirada,
dos aceitunas exquisitas,
en un martiny almibarado
con desdeño de caricias,
ojos límpidos y un
poco de malicia.

Suculentos labios tuyos
con escarcha de canela,
de tesoro una lengua
lujuriosa y perlas puras
ordenadas con destreza.

Atrevida sea la finura
de tu nariz avainallada,
su respiración agitada
irrumpía mis veladas
y tenia fantasías que no
cuento ni a mi almohada.

Altanero el carmesí
de tus mejillas ponzoñosas,
supuran rococó que es veneno
que trastorna,
con olor a moras frescas,
con engaños que me enferman.

Cínica tu risa
de párvulo inocente,
maldita esa garganta,
custodia una voz
que se pasa de elocuente.

Profanas las hebras
de tu cabello cobrizo,
la brisa lo mueve y la envidio
y la envidio, ¡Maldita sea!,
ella te toca y yo ni te miro.

Soberbia esa tu piel
con infusión de cocoa
y toques de gardenias,
eso emanan tus poros
cuando caminas mis veredas,
y deseo mis exequias sean
acompañadas por tu esencia.

Altivo tu pecho
cual morada de lo ajeno,
es galería de filosofía
que solo leo en tu cuerpo.

Vanidoso ese tu abdomen
se moldea como el barro
y juro Dios lo tejió
con hilos de áureo cuarzo,
es un moisés erótico
que alude ser a la noche
más sagrada que un santo.

Agraviante tu terneza
que me depravó ese mayo,
casto, no era casto, sabias que
conjugar conmigo tu voz
era más que probar la dicha
de la muerte andando.

¡VULGAR ANÁTOMIA!
brazos fuertes, mirada tibia,
piernas por instinto débiles
que se compensan con tu picardía,
labios que provocan, que
me inundan de malicia,
risa fiera me transforma en mujer
que en ti piensa y te saborea
como sandía.

¡ME INSULTA TU BELLEZA!
me aturde tu candela,
¡Te necesito aquí sentado,
desnudo y ardiente a mi lado!,
Enloquecer por tu simpleza
que se fusiona con indecencia,
incrédula vivir cuando me digan
que soy necia, por amar un
cuerpo que solo es sacro
en mis veladas de inocencia.

viernes, 10 de septiembre de 2010

DULCE CALVARIO

Acércate a mi pecho
melancólico ser de miel,
toma mi cabello
y senderos de dicha
traza con el,
con mis manos seca
cada lagrima de tu piel
y tu sonrisa amarga
destrózala con espinas
que crecen en mis piernas
como resultado de
la tristeza que labró él,
y que TÚ ser de hiel
marchitaste sin saber.

Hoy brinda conmigo,
toma un sorbo de vodka,
bebamos aquel cariño
que la vida nos robo,
tal como un respiro
que en nuestros ojos derritió.
Y entiendo tu calvario
sé que te duele el corazón,
tanto como a mi
me hierve y lastima la pasión
que él en mi dejo.

Y sé que de sus cuerpos
en el alba ya no queda nada,
y que TÚ y YO estamos solos,
que ni Dios nos acompaña.
Pero sé que podemos
este amor culminar,
que con un beso
nuestros labios su sed
olvidarán, o tal vez
no la olviden,
pero por un instante se engañaran.

Y en esa tu imagen
que mi corazón creó ya,
busco refugio
cuando estando tan sola
no lo quiero recordar
e invento sobre mis letras
que eres el hombre que necesito,
me miento, a ti te miento
pues nuestros cuerpos
no se regalan el aliento.

Por la noche bebo
y a la Luna le ruego
encontrarte entre hilos de nubes,
dormido, somnoliento de ella,
desnudo, con ese tu paisaje
libre de su dulce esencia.
Y yo, tan solo yo,
despojándome de esa vieja
carencia de amor libre
soltando de mis garras
ese dolor que me confunde…

miércoles, 8 de septiembre de 2010

DE LOS HOMBRES Y SU DEFINICIÓN-PARTE VII

Oscilante mi cuerpo se arrepiente
cuando a mi mente viene el drama que creciente
un día creí perpetuo, ascendente
parece mi vanidad, ahora que sin un errante
amigo y amante puedo caminar, dudo que un farsante
no se me vuelva a atravesar, pero sé que seré almirante.

Te incito fémina a nunca devaluarte,
inclina tu corazón ante los hombres que son estandarte
encarnado de humildad, tiende a servirle si amante
místico es de tu naturaleza, si demuestra lo bastante
preciosa que eres a sus ojos, si a alabarte
ocupa mucho de su tiempo, si le escupes y regresa para amarte.

Si un hombre te muestra su alma y deja
orgasmos en tu corazón, si además aneja
luz a tu dolor, si cura una decepción vieja
o te pinta como una gardenia, ¡AMALO!, aleja
de sus pies toda nostalgia, ¡Pero cuidado, no es una oveja!,
¡escúchalo! , y si te traiciona su cabeza corta con una destraleja.

Pero tengo que aceptar que no todos son igual,
algunos si aman, pero de eso pocos hay, perjudicial
siempre será el amarlos, y aunque parezca trivial
ignorar su amor tenemos que armarnos de valía, matinal
oprobio te trae el no usar la razón, es primordial
nunca dejar de lado su corazón, quiérelo sin su orgullo dejar zorzal.

Vivencia mía fue el amar a un bastardo,
idílica ha sido la forma en que lo he olvidado,
vencí mis propios versos y ahora en el resguardo
embriagante de uno de ellos me he encomendado,
sé que a rabiar he escrito que son pecado,
ubérrimo ha sido el amor que en mi se va acrecentando.

Cuando encuentre de nuevo a aquel hombre tan soez
una mirada mía no ha de ver, creeré con sencillez
en este nuevo "amor" e imaginare la aridez
rotunda de su cuerpo y no me perderé en estupidez
por mis deseos que son fuego, tomare un trago de jerez,
odas edificaré a su ser pero no me perderé por su simple nitidez.


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DE LOS HOMBRES Y SU DEFINICIÓN forma la siguiente frase desde su inicio hasta su fin, es un ACROSTICO:

[Querer a un vil hombre y morir casi es exacto, cuando lo amas y bebes un poco del vid de esas garras que son veneno que roe el alma, tu piel escama, la hiel te mata, el ruin deseo a pecar y llorar incita, y tu ser entero camina herido. Cuando mueres no eres más que clamor sigilo, insano. A veces placer y dolor causan sus dos brazos, luego a mirar y reír de tu cara de amor ocupan tiempo, solo de pasión vive su cuerpo. ]

Alejandra Mora

DE LOS HOMBRES Y SU DEFINICIÓN-PARTE VI

¿Cuál entonces es la diferencia entre un hombre
ambiguo y una bella mujer?, tal vez es costumbre
una ves más decir que en una mujer la diferencia se descubre
sin tanto buscar, su corazón es el más noble aun cuando la cubre
algarabía tan amarga como las palabras de un hombre
nómada, el cual el olvido traga sin triza de pesadumbre.

Si bien, ahora sabemos que un hombre es hielo,
umbrales de fuego les regalemos, desde el cielo
su nombre hay que gritar y busquemos a Dios para un duelo
de mil días comenzar, para preguntar con que anhelo
o razón nos castigo de tal manera, el probar una manzana anzuelo
sagaz fue y el castigo se forro de rasposo terciopelo.

Buenos días te dice y te besa la mejilla,
reclama tu ironía si lo amas sin medida, es rencilla
amordazarte la que desprende una lagrimilla,
zampar tus caminos quiere, y si te dice que amarilla,
obscura y triste es el alba, tu ríes y una balla
sostiene sus mentiras, tu le crees por temor de que se valla.

Lo que nunca entiendo del juego de
un hombre, es el porque de las palabras que esconde,
es que pareciera que a veces se funde
gentil en melancolía, si te marchas se pierde
oblicuo en la aurora, creo se siente fuerte desde
aquel momento en que te asfixia con mirada cobarde.

Martillan en tu frente su recuerdo,
insisten en no hablarte y un estruendo
ruge en sus besos. ¡Estoy harta de aquel cuerdo,
astuto y vengativo golfo! ¡Camina a mi lado
reflejando superioridad, siente que sin el mi mundo
y sus ríos pueden terminar!, camina en silencio, camina mudo

ríe con miedo y se que en el hay un vacío,
en sus pasos amargos y cabello lacio
inminentes frases de mi versar recuerda, bullicio
restriega su corazón el haberme perdido y el vicio
de tal se me ve arrumbado al no encontrar el cilicio
encadenado que mi voz sosegaba con armisticio.

Tanta palabrería ahora ya no importa,
un día me sentí absorbida por la reyerta
culminante al no poseer su sombra,¡Harta,
asqueada y aburrida de su recuerdo mi mente desierta
riega su memoria, ¡Ahora muere, tus venas si quieres corta!
a mi ahora me sobra orgullo, y tu ser a mi es vilorta.

¡De ti este día ya no quiero nada!,
escúchame mujer, tu no caigas con esa piel apiñonada
a un infierno que en silencio te mata, no vivas afanada
mañanas enteras en un hombre que te mantiene aforada.
obtiene cuando quiere la sonrisa azucarada
rodeada por sus caprichos y la convierte en borricada.

domingo, 5 de septiembre de 2010

DE LOS HOMBRES Y SU DEFINICIÓN-PARTE V

No se que diablos esconde su puta _________
¿O será que aquel vil nos toma por el pelo e hilvana
en su ser matiz canela?, algún otro rebana
rastros de violetas y con ellas bálsamo emana,
en un segundo te atrapa en él toda una semana
sólo para ser rehén de un amor que acaba en una mañana.

¡Mujer, tu eres la que sufres!, Dios los creó
aún más fuertes que al mismo mar, los recreó
silbando por sus labios un poco de poder, creo
que dentro de cada uno hay un cacho de placer, creo
usan nuestro cuerpo porque nació de su carne, creo
en ocasiones lloran, pero no por la mujer...eso creo...

Cuando me pregunto en soledad
lo que a mi me brindó aquel ímpetu de lealtad,
a romper las remembranzas me dedico, la verdad
más dolorosa estalla en mi con un gemido, terquedad
o negación emana de mi rostro, sé que es falsedad
reír y creer tirar para ti lo que quedo de mi reciprocidad.

¿Sientes mujer desde hace días un dolor
intenso que nace por tu senos, con color
gastado y anaranjado que muere llegando a la peor,
impía y triste parte de tu ser?, secos por el clamor,
labios partidos son los que gritan el nombre de ese amor
ofensivo que te ha hecho ser otra, perder todo tu valor.

Innumerables veces caemos en sus garras,
no sé, a lo mejor mujer, entierras
sus cuchilladas junto con las arras
ambiguas que te canta, si desgarras
nupcias a el le agrada, pues amarras
opresión sin compromiso con el hombre que te agarras.

A ellos no les pesa tu calvario,
vetusto les parece tu cariño improperio,
es pesadumbre para sus labios el calendario
casi nunca soportan amar a una, y río
en este momento mordaz si tu caso es contrario,
si me dices que un hombre te ha amado con delirio.

Pero te entiendo compañera enamorada,
lo único que leen tus ojos son su pelvis torneada,
a cada rato el clímax en su regazo hincada
careces de encontrar, pues su ausencia es la entrada
eminente a su cálida frialdad, que atada
ridículamente en tu cuello te oprime y tu paz retarda.

¿Y sabes distinguir la diferencia
de un hombre y Dios?, la única injerencia
obtusa parece, y es que la benevolencia
lánguida de Dios es indiferencia
o descuido para nuestros ojos, pero la elegancia
reluciente de un hombre la recuerdas con vehemencia.