Escribo, pero nunca dije que lo hiciera bien.

lunes, 28 de junio de 2010

EFLUVIO DE MARZO

Photography Graphics

[[Diezmar de mi mente tu recuerdo
a minutos he intentado, siento mi corazón no es cuerdo,
mi muso te ha creado. Eres estruendo
inaudito que delicado va saciando
a todo lo que un día creía derrumbado,
no se que pasa…por ti, el dolor me ha abandonado.]]

I

Cantaba, yo jugaba con tu sonrisa
y bailaba, me embriagaba con tu voz
de vodka, parecía una dulce brisa
que con el descaro de tu piel feroz
me incitaba a buscar tu olor, que sumisa
a mi boca mantiene, pues se que si veloz
te aferras a mi cuerpo, la poetisa
que en mi vive se orgasmea de forma atroz.

II

Te miraba, balanceaba tu cabello
de olas cortas, soplaba sobre tu frente
el respiro de alguna aurora, era un degüello
esbozar tus labios y no poder saborear algente
tu lengua, acariciando todo aquello
que a ti te hace revivir, entre tus piernas elegante
perderme, sobre tu pecho que ardiente y bello
me mantiene tu esclava y dueña complaciente.

III

Hasta tus más tontos silencios son gota
que resbala tierna sobre mi semblante,
gota de provocación que tienta
a mi instinto animal a renuente
pensarte, que candente y sofocante entinta
cada bello de mi badana inconciente,
que titubea por tu lasciva pinta
de sensual pasión, que riegas cual arte.

IV

El calor de tus palabras no me sirve,
ni la prontitud de tu cuerpo es la que me rinde,
solo tengo ganas de besarte y como un ave
dejarte libre, tomarte por las alas acorde
a tu cintura, pensando que si llueve
no veré fin a mi locura, pues si me empapo de
agua fría no calmare mi ímpetu que hierve
cual llama de nieve que me cura y fuerte arde.

V

¡Bello tan descarado!, a veces te llamo,
esa tez cual cáscara de nuez cobriza,
esa voz fresca un tanto pícara, que en un espasmo
delicioso humedece mi espalda, que se hechiza
como toda mi lánguida figura. Y sé que un aforismo
es tu ser, el cual me enseña que tu cuerpo iza
cualquier expresión de placer, y sé que el ritmo
de mi cantar tiene sentido si me regalas una triza.

VI

De ti a veces quiero todo, me detengo
y me arrastro hasta la calma de mi huida,
por eso sé que necesito tu recuerdo como letargo,
para librarme de la fogosidad que diluida
en mi sangre no me da descanso, en un lago
de amor me parto y cuando miro mi candida
expresión sobre el agua que tristemente ahogo
mi llanto, te pienso, tal vez y por desidia…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por leerme!